viernes, 15 de abril de 2016

Introducción

Durante el periodo que duró la Revolución (1910-1940) se pudo percibir un gran cambio en las diferentes estructuras sociales, al mismo tiempo, que se dieron cambios políticos y económicos se fueron dando en el pensar y vivir de los mexicanos, de esta manera; de estar en una sociedad porfiriana impactada por una cultura francesa, se transformó a una sociedad nacionalista en donde el mexicano encontraba esa identidad “mexicana” que se denominó proceso de mexicanización, aparecieron varios estereotipos como el “charro”, la canción bravia, la china poblana, etc.
Al finalizar el movimiento armado, la educación, las letras y las artes se fueron guiando al nacionalismo y se dan paralelamente corrientes que tienen como objetivo los valores y la cultura de pertenencia del país, conforme el país avanzó y comenzó la transformación de la economía agraria industrial, la vida social también cambió, y se fue percibiendo un cambio de lo rural a lo urbano planteándose así una especie de cosmopolitismo en los ámbitos artísticos y culturales, a partir de los años cuarenta.

Antecedentes

Al nacionalismo se le conoce como la gran fuerza que impulsó a la Revolución Mexicana fue ese nacionalismo el que impuso al país a liberarse de una dictadura , aunque no solo tuvo sus antecedentes políticamente hablando sino también el sentido económico que se puede hacer mención de Pemex , y el social que se alude a la justicia  el grito más polémico de la Revolución  Tierra y Libertad , siendo así justicia social y dignidad , siendo así a partir de la Revolución Mexicana la cultura nacional se construyó bajo la idea de rescatar esencialmente nacional  este nuevo modelo abarcó diversas manifestaciones del arte:

  • Literatura que buscaba difundir los ideales de justicia social y nacionalismo : los de abajo , el águila y la serpiente , vámonos con pancho villa .
  • Literatura indigenista que pretenda rescatar la historia , las gesta y las tradiciones de los pueblos indígenas : El indio , Canek .
  • Pintura , muralismo .
  • Música.

“El corazón del huracán político que azotó a México en 1910 a 1920 ; esa fue y es la justificación , si es que finalmente la tiene , de la terrible violencia que entonces desató sobre México ”

Dentro de la sociedad porfirista el panorama tuvo fuertes influencias por la cultura e ideología, según la gente decía que querían tener  un “estilo” a lo europeo, consideraban que la identidad nacional representaba el atraso y que la cultura extranjera representaba a la “civilización”.
Hubieron proyectos educativos, Diaz consideraba que la educación era el camino hacia la liberación y el desarrollo, pues a través de estas se inculca en el pueblo una conciencia ciudadana de unidad nacional y una disposición para el trabajo. Con esto Justo Sierra, Ministro de Instrucción pública, inició una amplia campaña educativa dirigida por el estado: Se promulgó la ley de Instrucción Obligatoria, se creó la Escuela Normal, La Dirección General de instrucción Primaria y se reabrió la Universidad Nacional de México. Esto no ayudó , los resultados no fueron satisfactorios ya que la mayor parte de las escuelas estaba en la ciudad y la mayor parte de la población vivía alejada.

Hubo igual diversiones públicas, gracias a la tecnología hubo un gran avance tecnológico, se comenzó con el ferrocarril y se desarrolló por el país, en el que se transportaba mercancía y hasta gente, también un gran descubrimiento fue la electricidad y se instaló un nuevo alumbrado público, otro fue el telégrafo, el teléfono automóviles y tranvías.
En la cultura Porfirio Díaz decidió que la historia era una gran asignatura para impartir en las escuelas primarias, se escribieron muchos libros sobre historia, resaltaba la herencia de los indígenas y los aspectos negativos de la época colonial, pero estos libros alababan al de Díaz.

La prensa se volvió  un medio de comunicación muy importante, hubo muchos periódicos en esa época como: El federalista, El Siglo XIX, El Correo de México, entre otros.

Díaz combatió al periodismo independiente comprando a periodistas que enlazaran a su gobierno y castigando severamente la libre expresión, sin embargo esto propició la aparición de folletos y periódicos clandestinos que criticaban a la dictadura porfirista, ejemplos de estas publicaciones fueron , El socialista, El hijo del Ahuizote y Regeneración.

La pintura tuvo un papel importante, algo nuevo fue la litografía y el grabado, fueron muy importantes en este sector del porfiriato, representaron un campo de batalla donde se expresaba la lucha política que reflejaba los sentimientos y preocupaciones del pueblo para la represión de un gobierno dictador, uno de sus mayores exponentes fue José Guadalupe Posada.
La arquitectura representó una mezcla de estilos se construyeron muchos edificios y monumentos como el Edificio de Correos, la columna de la independencia, El homicidio de Juárez, etc.

Otra de las cosas importantes que se trajeron a México fue el cine, se abrió en 1898 la primera sala de cine llamada Cinematógrafo Lumiere.

Definición de nacionalismo revolucionario

Nacionalismo, del latín el origen etimológico, nasci “nacer” y el sufijo -ismo que equivale a “sistema, teoría, doctrina o tendencia.

Nacionalismo se define como aquella ideología o línea de pertenencia  con carácter o valor diferenciado   único a un territorio específico y a los ciudadanos que lo habitan , se define también como la aspiración de un pueblo a obtener determinado nivel de independencia respecto a condiciones externas.

El nacionalismo revolucionario se expresó para defender los intereses de las comunidades geográficas con sus diferencias específicas. El sentimiento de pertenencia a la nación propia se le llama patriotismo y llevado más allá de ese sentimiento sería nacionalismo.

Orígenes del nacionalismo revolucionario

El nacionalismo surge junto con el liberalismo en la Europa del siglo XIX cuando se produjo el declive del Antiguo Régimen y su sustitución por el Nuevo Régimen. Las bases del nuevo sistema se sustentaron en una nueva forma de pensar fundamentada en la ideología liberal y nacionalista. El punto de partida de este proceso fue 1789 pese a los acuerdos contraídos en el Congreso de Viena, las ideas gestadas en la Revolución Francesa evolucionaron. Así el liberalismo y el nacionalismo adquirieron matices para acabar definiéndose como elementos fundamentales de los estados liberales desde 1871, a partir de la formación de Italia y Alemania.
  
El Nacionalismo en Europa surge con la Revolución Francesa, suceso que, recordemos, fue una causa externa para la Independencia de la Nueva España y de tal forma fue introducido aquí desde aquella época.

Las expresiones  de los intelectuales liberales de la República restaurada, como  Ignacio Manuel Altamirano se había referido a la necesidad de una independencia en las expresiones artísticas, que les liberara de las influencias europeas para volcarse en lo que se consideraba   debían ser los temas mexicanos y de historia patria. Lo que renovara las doctrinas del patriotismo religioso criollo, poniendo su fe en el desarrollo industrial y las comunicaciones; instrumentos que, se pensaba , difundirán la prosperidad y el conocimiento a las grandes masas indígenas  y mestizas , rescatandolas de su aislamiento , Justo Sierra, discípulo de Ignacio Manuel Altamirano , reconocía que la población mestiza había constituido el factor dinámico de la historia nacional.


El nacionalismo había nacido como expresión criolla en la Nueva España, en torno a la idea de una región rica  y plena que había sido incorporada al desarrollo universal por la conquista y su incorporación al catolicismo, bajo la especial protección de la Virgen de Guadalupe. La independencia fortaleció esta concepción que reconocía un destino manifiesto estampado en el escudo nacional, retomando las señales divinas  prehispánicas para su fundación mediante el águila y la serpiente sobre un nopal, integrado sobre una bandera tricolor que reafirmaba su espíritu liberal. Las guerras de reforma terminaron rechazando esta concepción criolla, al incorporar la secularización social.

La Revolución Mexicana se inició como una insurrección rural que, desde Chihuahua y Morelos, se propagó con reivindicaciones particulares y diferentes , a todo el país; en cuyo desarrollo participaron pueblos indígenas como los Nahuas, Yaquis, Mayos, Tepehuanes o Tarahumaras, reivindicando la tenencia de la tierra, al mismo tiempo que enfrentaban los efectos de la modernización económica y el centralismo desarrollados durante el Porfiriato, mientras defendían sus formas tradicionales de vida. Esta movilización  arrastró a los integrantes de grupos y comunidades en una explosión de rebeldía, que mezcló  a campesinos, rancheros, trabajadores urbanos y de las industrias extractivas, profesionistas, comerciantes y empleados, que se aglutinaron como parte de los ejércitos zapatistas, villistas y carrancistas, al mismo tiempo rompieron las barreras que los habían separado, para iniciar nuevos procesos de movilidad geográfica, socioeconómica y política.

Nacionalismo Revolucionario


El periodo post-revolucionario que comprende de 1920 a 1940 presentó como consecuencias revolucionarias y más que consecuencia la necesidad de una clara restauración nacional en torno de un renovado nacionalismo estatal que impulsó un redescubrimiento y reconformación del país, cuya principal característica giró alrededor de la incrementada incorporación de millones de personas que habían sido excluidas por la dictadura, a la vida  socio-política y económica de la nación; aprovechamiento la fuerza generada y la presión de su gran cantidad de participantes, directos e indirectos con un ideal común o individual, en los procesos del movimiento revolucionario que sacudió a todo el país.

Se impuso por el Estado un nuevo tipo de nacionalismo que se diferenció de las dos grandes vertientes anteriores de fundamentos conservadores: la que mantenía profundas raíces criollas  desde la Independencia y la campesina que derivan de antecedentes coloniales indígenas, para aleccionar, cívica y moralmente, a las masas. Este nacionalismo se apoyó en una doctrina cultural que se apuntaló más en espectáculos que en libros, con una particular versión  impresionante de la historia nacional por medio del muralismo o la Escuela Mexicana de Pintura.

  • Algo peculiar de este nacionalismo es que promoviò la alfabetización y indigenismo, que en este momento más de la mitad de la población era analfabeta, integrando a grupos numerosos que habían sido marginados por su cultura o etnia, el racismo, clasismo y la sobreexplotación.
  • Capacitó a la mano de obra para lograr el desarrollo industrial
  • Fortaleció la cultura laica para lograr la modernización del sistema económico.
  • Con un sistema educativo nacional implantó un sentido uniforme de la nacionalidad como historia y como obediencia a las instituciones.

Señalando y marcando por leyes justas  cual iba a ser el lenguaje nacional; como era el gobierno al que rendiremos y para darle más importancia, en qué consistía y cómo  se debía expresar la emoción de la patria.


Para poder suplantar el centralismo y sus marcadas ideas, si implantaron distintas acciones como lo fue la multiplicación de ceremonias públicas masivas, monumentos y murales alardeando a la patria mexicana, textos de historia o novelas que expresaban epopeyas revolucionarias, en donde hubo existencia de héroes y villanos, líderes estereotipados,- que incluso en la actualidad persisten estos métodos de instrucción en las escuelas, y en algunas plazas significativas de nuestro país- mientras el pueblo era redimido por su sacrificio desinteresado y sufrimiento.

Además de esto, la música jugó un papel que expresaba la esencia popular aprovechado por el nuevo recurso masivo de comunicación, la radio, que fungió como novedoso de la época; de todo esto nos podemos dar cuenta al ir analizando la vestimenta, las costumbres, el entretenimiento, la vida cotidiana, desde algunos aspectos a los que estamos completamente familiarizados.

La dirigencia  fue llevada por el grupo triunfante durante la etapa armada y sus sucesores, haciendo uso de las reformas incorporadas en la Constitución de 1917 para lograr las transformaciones económicas, políticas y jurídicas requeridas para anexar al país al moderno desarrollo industrial. Para llegar a ello en primera instancia se neutralizó al radicalismo revolucionario y se destruyeron los remanentes contrarrevolucionarios ; se redujo violenta y continuamente el caudillismo y militarismo generado por la propia Revolución; se generaron las primeras organizaciones políticas que permitieron reconstruir la vida política nacional, quienes tuvieron que, forzosamente, incorporarse en un único partido para reducir las tensiones generadas  por los cambios de gobierno. Para acabar incorporando a los diversos sectores productivos en corporaciones organizadas bajo su tutela y dirección , ofreciendo a los sectores sociales más beneficiados la continuidad del sistema capitalista con intervencionismo estatal en la economía y a las capas medias y los proletarios los apoyos derivados  del Estado Benefactor, que les permitirían mejorar económicamente y lograr su ascenso social, dedicaban a las labores del campo, viviendo de una agricultura de subsistencia en poblaciones de menos de 2 500 habitantes, de las cuales más del 90% no estaban comunicadas con ferrocarriles o telégrafo, carecían de agua potable y electricidad, además de servicio postal o telefónico, médicos y boticarios, sacerdotes, y maquinaria agrícola motorizada.

Por lo que refiere a la vida urbana y tomando como referente la Ciudad de México se establece que la población al inicio de la Revolución fue de 720 753 habitantes y ocupaba una extensión de 40.5 km en donde los más beneficiados viven en colonias diseñadas como urbes europeas, lujosamente ambientadas contaban con todos los servicios incluso se habían abierto almacenes como Palacio de Hierro, El puerto de Liverpool o El Centro Mercantil.

 La población posrevolucionaria al adquirir el nacionalismo como sentido de pertenencia experimentó cambios notorios desde la instancia psicológica llevándola a reflejar en el físico, la búsqueda de una identidad única; Durante la mexicanización adquirieron los habitantes formas específicas de vestir y a lo largo del país distintas e inigualables con otras etnias. La ideología tuvo gran impacto sobre los mexicanos posrevolucionarios, necesariamente el Estado al adoptar el nacionalismo adoptó políticas educativas, carreteras, los nuevos medios de comunicación, el entretenimiento, hubo cambios incluso en el nuevo panorama al ir observando la aparición de los nuevos grupos políticos, los nuevos sistemas que llegaron a las zonas rurales .

Para darnos cuenta de una forma detallada que sucedió en la sociedad después de la lucha de la Resolución, se hará mención y descripción de algunos aspectos que incumben dentro de este tema a tratar.

jueves, 14 de abril de 2016

Educación

En este momentos la educación es uno de los temas más polémicos y uno de los personajes más destacados es José Vasconcelos , donde cabe destacar que la mayoría el pueblo Mexicano era analfabeta , la gran mayoría se desarrollaba en el campo agrícola de tal manera su adaptación en el mundo de la educación fue un tanto difícil ya que eran salvajes un poco distraídos y con miedo e lo nuevo.

En 1924 se crea la primera escuela rural en un lapso no menor de 10 años e incluso un internado.

Jose Vasconcelos expone querer un filosofía  digna de latinoamerica , también emprende los dos proyectos que son el de la SEP donde se pretende la enseñanza científica , teórica y técnica , por otro lado se encuentra el de las Bellas Artes donde se impartirá : cultura , educación artística, canto , dibujo y gimnasia  .
Se le reconoce su aporte al departamento de la clase indigena donde propone la siguiente frase.cch1.jpg

“no tenía otro propósito que preparar al indio para el ingreso de escuela comunes , dando nociones antes al idioma español  , que me proponía contrariar la práctica norteamericana y protestante que aborda el problema de la enseñanza indígena como algo especial y separado del resto de la  población”.

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Todas sus base se ponían en favor  a la democracia respetando a las culturas indígenas prehispánicas , dentro de su propuesta se pretende enseñar la lengua geográficamente así como la grecolatina , a estas escuelas se les llamaba normales abundantes ya que su principal objetivo era capacitar a profesores en servicio, además de promover el movimiento socio-económico e higiénico a la sociedad , que fueron llamadas Escuelas de Pueblos , siguiendo con esta estrategia en 1924 pero ahora bajo el nombre de Casa De Estudiante Indígena , también se impartían dentro de ella  carpintería , conservación de frutas , alfarería y tejido de ixtle.

  • La educación en población urbana , se renovaron lo métodos de enseñanza  llamándole de manera nueva Escuela Activa en 1923 siendo nueva forma de base para reorganizar las escuelas primarias , conforme al principio de la acción .

Donde se menciona una crítica sobre la enseñanza impartida.

“la ética se enseñara como un valoración de la vida que señala como norma para la conducta individual el esfuerzo constante dirigido hacia el advenimiento de una sociedad sin clases , basada en posibilidades económicas y culturales semejantes  para todos los hombres .

Literatura



Una vez concluido el movimiento revolucionario, surge lo que es conocido como “La narrativa revolucionaria”cuando ya no es una presencia tan inmediata y sólo se reconstruye o se evoca. Se considera que es después de 1940 cuando se crea una situación literaria nueva, con obras que conservan muchos temas de la Narrativa de la Revolución, pero donde el aspecto social permanecía como telón de fondo y pretexto para tratar problemas metafísicos o psicológicos.


“Algunos críticos consideran que la Narrativa de la Posrevolución incluye también aquellas obras que no trataban sobre el conflicto armado, sino sobre sus consecuencias. En este sentido, La sombra del Caudillo (1929), de Martín Luis Guzmán, considerada como Novela Política, podría incluirse también dentro de esta tendencia.


En general, es a partir de los años cuarenta cuando el escritor mexicano utiliza las técnicas de la novelística moderna (James Joyce, Franz Kafka, William Faulkner, el existencialismo francés, etc.) que, además de innovar en las estructuras narrativas, le dan al relato dimensiones metafísicas y psicológicas que no presentó la Narrativa de la Revolución.


Los principales exponentes posrevolucionarios son Agustín Yáñez, José Revueltas, Rulfo, Miguel y Carlos Fuentes. También puede considerarse dentro de esta tendencia a Mariano Azuela, aunque sólo con una de sus novelas: Nueva Burguesía (1941), y a Martín Gómez Palacio, quien, en su novela El potro (1940), presenta a cuatro ex revolucionarios que se reúnen para recordar sus andanzas.





Agustín Yáñez da a conocer en 1947 su novela más importante, Al filo del agua. Esta obra, además de considerarse experimental por su técnica, en la que utiliza, entre otros elementos, el monólogo interior, es valiosa por las situaciones anteriores al movimiento armado revolucionario que se nos presentan. Trata sobre el temor, la religiosidad, la hipocresía y la falta de libertad propiciada por la iglesia en un pueblo del Bajío. Otros textos de Yáñez dentro de esta perspectiva con La tierra pródiga(1960) y Las tierras flacas (1962).


Un autor muy ligado a la Literatura de contenido social, quien sufrió años de prisión por sus convicciones políticas, es José Revueltas. En 1943 publica El luto humano. Con una técnica influida por William Faulkner es, según algunos críticos, la primera novela mexicana que describe la realidad nacional utilizando novedosas estructuras narrativas. Los personajes se hallan sumidos en la tragedia y en la angustia metafísica, sin que una revolución pueda hacer nada por ellos. Otros textos de Revueltas son Los muros de agua (1941) y Los motivos de Caín (1957).


Influido también por las nuevas técnicas narrativas, Juan Rulfo es autor de la novela de ambiente rural Pedro Páramo (1955), llena de símbolos y con una estructura atemporal, una gran calidad lírica del lenguaje y una profundización en el interior de los caracteres. La obra se desarrolla en Comala, pueblo habitado por muertos, donde todos son hijos del cacique Pedro Páramo. En esta novela es notoria la visión trágica y metafísica unida en perfecta armonía con una técnica depurada.


Héctor Raúl Almanza, incluido también en Literatura del Petróleo*, plantea el significado de la Revolución en Detrás del espejo (1962). Como en Mientras la muerte llega (1958), de Miguel N. Lira, y La muerte de Artemio Cruz (1962), de Carlos Fuentes, se rememora la Revolución a través de un personaje. El conflicto bélico ha dejado de ser una presencia y se vuelve tema de una visión retrospectiva.


En La muerte Artemio Cruz se emplea una técnica que utiliza tres narradores (en primera, segunda y tercera persona), y se nos ofrece una visión al mismo tiempo individual y retrospectiva de la Revolución. La región más transparente (1958), también de Fuentes, escandalizó a los lectores conservadores de la época. Con una estructura que nos recuerda a John Dos Pasos, describe la vida de la ciudad de México y la influencia de la Revolución. El personaje Federico Robles es un antiguo revolucionario convertido en millonario.


Una novela de Fuentes que retoma la época y el ambiente del movimiento revolucionario es Gringo viejo (1985). El protagonista de la narración, Ambrose Bierce (1842-¿1914?), desapareció en México durante el conflicto. Gringo viejo vuelve al tiempo de la Revolución, donde hallamos dos de los temas principales en la novelística de Fuentes: el fracaso revolucionario y el desencuentro de culturas.


Durante la década de los cincuentas, el cuento adquiere una importancia que no había tenido antes. Libros como Confabulario (1952), de Juan José Arreola, que no ignora el mundo externo a pesar de ser una manifestación de la Literatura fantástica*, El llano en llamas (1953), de Juan Rulfo, y Los días enmascarados (1954), de Carlos Fuentes, marcan el surgimiento de una nueva narrativa cuyos antecedentes inmediatos se encuentran en Yáñez, Rubén Salazar Mallén y Efrén Hernández, entre otros.





En 1964, Jorge Ibargüengoitia pública Los relámpagos de agosto, parodia de las novelas de la Revolución.”

Artes plásticas

En el siglo XX la Revolución mexicana tuvo muchos cambios en el arte mexicano. Este conflicto dio origen al Partido Revolucionario Nacional, convirtiéndose en un aliado para muchos intelectuales, comisionando a los artistas para hacer murales en los edificios públicos, para reforzar sus mensajes políticos, incluyendo mensajes que resaltan más los temas mexicanos que los europeos.

MURALISMO

El muralismo mexicano es uno de los géneros artísticos más distintivos de América Latina. Este tiene su origen único en la Revolución mexicana, sin embargo, no fue hasta 1921 cuando inicia formalmente el Movimiento Muralista Mexicano.

Álvaro Obregón, fue quien comisionó a distintos artistas para pintar una serie de murales en las paredes de la Secretaría Nacional y la Escuela Nacional Preparatoria.  A partir de este momento, la Escuela Muralista Mexicana empieza a adquirir prestigio internacional no sólo por ser una corriente artística, sino por ser un movimiento social y político de resistencia e identidad, con imágenes a través de la diversidad de sus componentes estilísticos que retratan temas como la revolución, la lucha de las clases y al hombre indígena. Entre sus miembros, destacan David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera.

DAVID ALFARO SIQUEIROS
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Originario de Chihuahua, con sólidas convicciones políticas a favor del arte público y monumental. Sus pinturas murales exaltan la vida del pueblo con influencias surrealistas y expresionistas al servicio exaltado combate político que lo define. Entre ellas se encuentra ”La marcha de la humanidad” del poliforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México, que representa una gran metáfora sobre las luchas del hombre a través de la historia.

JOSÉ CLEMENTE OROZCO

Célebre muralista originario de Jalisco con formación como pintor autodidacta. Comienza con su carrera a través del dibujo y la caricatura de tema social. Desde 1922 Participa en México con Siqueiros y Rivera a comienzos del movimiento muralista. Una de sus obras más representativas es “Hombre de fuego”
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DIEGO RIVERA

Originario de Guanajuato , considerado una de las figuras claves de la plástica mexicana durante el siglo XX. Estudio en la academia de San Carlos y trabajando en su taller tiene influencia de Guadalupe Posada. Entre sus murales importantes se encuentran los del Palacio de las Cortes de Cuernavaca y los de Bellas Artes en la Ciudad de México. rivera.jpg
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PINTURA DE CABALLETE 

Este tipo de expresión artística tuvo un f¡gran desarrollo en estas décadas no solo porque solucionaba los problemas económicos de los muralistas, afectados por las limitaciones en los trabajos gubernamentales, otros como la capacitación deficiente y el poco deseo de pintar.

La organizaciones políticas creadas por los artistas y el desarrollo del grabado:
La mayoría de estos pintores tuvieron gran actividad política en estos años de las década de los 20's a los 30's algunos como Siqueiros y el Dr. Atl desde la década anterior, por lo que formaron diversas organizaciones y sindicatos de artistas. En 1928, en medio de la conmoción causada por el asesinato de Álvaro Obregón, un grupo de jóvenes pintores integró el Grupo de Pintores 30-30, conformado de acuerdo con Del Conde y Franco (2001), entre otros por:  Ramon Alva de la Canal, Gabriel Fernandez Ledezma, Fernando Leal, Fermin Revueltas Rafael Vera de Cordova y Martin Cassanovas. Quienes demandaron en un llamado “Manifiesto Treintrentista, el cierre definitivo de la Escuela de Bellas artes.Consideraban que la Academia se encontraba en manos de un grupo de docentes oportunistas e incapaces, anquilosados y anticuados, denominados despectivamente
Los cuales, según ellos, mantenían una tradición académica que correspondía a la importación del peor gusto europeo, además de no compartir su particular visión de la función social del arte. Al mismo tiempo que consideran que la producción realizada en las Escuelas al Aire Libre, creadas durante la etapa armada, producían verdaderas obras de arte, más baratas, más perfectas y, sobre todo, más populares que las realizadas en la Academia. Tomaron su nombre, según Del Conde y Franco (2001), de la famosa Carabina 30-30 revolucionaria, además de integrarse el grupo con 30 miembros, quienes publicaron algunos números de la revista ¡30-30! Órgano de los Pintores de México, asimismo realizaron exposiciones en la Ciudad de México, en las oficinas de la Cervecería Cuauhtémoc,7 para exponer posteriormente en Puebla y Morelia. Al año siguiente realizaron la Primera Exposición de Grabado en Madera en México, de forma económica y popular, en la Carpa Amaro; para presentar en 1930, sin abandonar su tradición proletaria, su última exposición que fue titulada De la vida del Café, en un café de chinos de Uruapan.

ESCULTURAS

Los temas escultóricos públicos no tuvieron un gran desarrollo, ya que como señalan Del Conde y Franco (2001), el financiamiento de sus obras depende principalmente de los apoyos gubernamentales. Por lo que su desarrollo se rezagó en relación con la pintura y el grabado, lo que cambiaría posteriormente, hacia mediados del Siglo XX, con la estabilización del sistema y, por supuesto, del panteón de nuevas figuras históricas que habría que rememorar. En sus temas, debemos señalar la difusión del Art Decó para la década de los años de 1920, que para los escultores fue algo más que una moda arquitectónica, por lo que se lograron obras en donde se conjugan la tendencias figurativas con los recursos del arte abstracto, como comentan Del Conde y Franco (2001). Por otra parte, la influencia de la Escuela Mexicana de Pintura fue significativa y se expresó con una escultura en donde están presentes los variados temas de su representación, como campesinos, madres con sus familias, mujeres indígenas y obreros. Sobre sus autores, Del Conde y Franco (2001) mencionan que Ignacio Asúnsolo y Fidias Elizondo participaron con sus obras en el proyecto nacionalista de José Vasconcelos. Ignacio Asúnsolo Monumento a Álvaro Obregón El primero fue el creador de la ornamentación escultórica del Monumento a Álvaro Obregón, mientras que el segundo fue el autor del Monumento a Cristo Rey, en el Cerro del Cubilete, Guanajuato. Tanto Asúnsolo como Luis Ortiz Monasterio se formaron en Europa, por lo que en su producción encontramos que fueron receptivos a diversas propuestas de vanguardia, además de influir en diversos discípulos. Oliverio Martínez Monumento a la Revolución [1938] Así encontramos, en la producción de la época, obras influidas por el expresionismo, las cuales demandan del espectador algo más que ser contempladas; ya que sus autores pretendieron que manifestaron su propia interiorización sensible de la realidad, la cual exponen en sus creaciones a los cuestionamientos y las críticas de sus espectadores. Por otra parte, dentro de lo más cercano a los cánones estilísticos de la época, señalan Del Conde y Franco (2001), encontramos las obras escultóricas del Monumento a la Revolución de Oliverio Martínez, y las de su entonces discípulo Francisco Zúñiga, con sus representaciones volumétricas y litográficas de matronas indígenas, ampliamente conocidas a nivel mundial, que llegaron a generar un formato que comercialmente ha sido altamente efectivo, tanto dentro como fuera de México

Alimentación

Son innegables los cambios que trajo consigo la Revolución Mexicana, dando paso a movimientos en el ámbito político, económico, social, pero además el país vivió grandes cambios en las costumbres alimentarias, sentando las bases, en cierta medida para que en la actualidad la cocina mexicana sea una de las más importantes por su variedad de sabores.

los grandes cambios en las costumbres alimentarias de la población en la época revolucionaria se debió al continuo movimiento de las tropas revolucionarias, la falta de ingredientes para las recetas, además de la escasez de alimentos, por lo que las “adelitas”, las mujeres que acompañan a la tropa y que tuvieron presencia en el campo de batalla, tuvieron que enfrentar otra lucha, el cocinar para todos los soldados con lo que tenían a la mano.

Estas emblemáticas mujeres durante la Revolución llevaban consigo una colección de especias y utensilios básicos para la preparación de la comida, entre los que se encontraban: comales, ollas y hasta pesados metales.


En esta época, los platillos tradicionales preparados por las mujeres eran los tamales y las salsas de distintos chiles, convirtiéndose en parte importante de la alimentación, de igual forma las dificultades antes mencionadas, hicieron que las mujeres crearán nuevo platillos, como la célebre Discada, tan típica del norte, que consiste en una combinación de carne de res picada, tocino, jamón, chorizo, se le agrega cebolla picada chile jalapeño y tomate, que en aquellos años debió de ser una combinación muy azarosa, guisadas en un disco de arado y servido con rica tortillas de maíz.

Otros platillos tradicionales mexicanos que se comían en los tiempos de la Revolución Mexicana y que actualmente siguen comiéndose, son: el mole, la barbacoa, los tacos, las tortillas, los frijoles, el chile, el pulque, todos ellos con el toque frecuente de la improvisación. Cabe destacar que, las delicias de la cocina mexicana no dejaron de consumirse en ningún momento y podríamos decir que la revolución contribuyó seguramente a retomar esta parte de la riqueza cultural de país, basada siempre en el maíz y el chile.

Es oportuno aclarar que la comida también estaba ligada al rango jerárquico social, por los cual mostraba diferencias, en lo que se preparaba en la zona norte que en la del sur del país, de igual forma no comía lo mismo un general que un campesino, sin dejar de lado que inclusive había gente que comía durante la marcha y otros cuando se detenían a tomar un descanso o acampaban.

Música

La música es una forma de expresión que en muchas ocasiones logra conjuntar acontecimientos, sentimientos y percepciones de cada momento de nuestras vidas. De cada letra y/o melodía emergen momentos que pueden explicar en poco tiempo, hasta el detalle más mínimo de una historia que necesita ser contada.

¿La historia de México a través de canciones? pues si, entre corridos, canciones, bailables y voces fuertes, la historia de la Revolución Mexicana ha sido contada desde múltiples percepciones, desde la participación femenina en la lucha armada, hasta cada batalla, cada soldado o rebelde caído. La música de la Revolución es un legado alterno el cual se puede disfrutar tanto como los textos mismos.

Pasando por el trabajo de un rielero y su declaración como rebelde, hasta el lamento por la muerte de Emiliano Zapata, se cantan historias de vida, disfrazadas de tintes de folklore que muestran varias caras de la Revolución mexicana. Los rostros ansiosos de lucha, las armas en el sitio adecuado, el deseo de cumplir con sus ideales, todo, absolutamente todo queda traducido en sintonías musicales que han sobrevivido a los años.

LOS CORRIDOS

“Ser revolucionario es mi placer,
no me importa cuanto tiempo he de perder.
Pero yo quiero a Zapata en el poder,
para que así mis tierras me han de devolver”

(corrido: “Crónica de la Revolución”)   

Y ¿como no recordar tonos tan alegres como “La Adelita”?. Sin duda son canciones que reflejan el impacto personal y social de la Revolución en cada uno de los que la vivieron. Esa Adelita que seguiría por tierra y por mar era la expresión simbólica de cientos de mujeres que auxiliaban tanto a rebeldes como a soldados.

“Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba
que además de ser valiente era bonita
que hasta el mismo coronel la respetaba”

(corrido: “La Adelita”)

Las canciones y la música en general es un lenguaje universal al que todos en al menos un momento de nuestras vidas nos hemos remitido, los corridos revolucionarios han favorecido la trascendencia de la lucha armada, ya que cada logro, cada caída, cada momento difícil se musicalizaba y se compartía, llegaba a los oídos de muchos y se esparcía tanto como los ideales que movían a la propia Revolución.

Entre guitarras y trompetas, entre gritos y versos, la Revolución Mexicana fue musical, se sintió, se cantó, se bailó… se recuerda, se entona.

VALS EN LA REVOLUCIÓN MEXICANA


con todo este movimiento antireeleccionista, la nación buscaba cualquier forma de hacerse más placentera la convivencia. sonaba fuerte ya, el vals romántico por excelencia del compositor guanajuatense Juventino Rosas, el inmortal ”Sobre las olas”, así como “En alta mar”, otro vals laureado en Europa mientras su autor Abundio Martínez vivía en la miseria.


Las convulsiones populares, originadas por la Revolución y la lucha por el poder, influyeron para que se suspendieran las actividades musicales en el país.Cuando toma la calma, se funda en la ciudad de México academias de piano, violín y canto y en algunos estados se fundan conservatorios de música. En esta etapa se inicia en México el movimiento nacionalista, introducido en el país por Manuel M. Ponce e impulsado por el primer Secretario de Educación Pública José Vasconcelos. Otro músico sobresaliente en esta época es José Rolón.

Esta es la etapa más importante en la historia de la música mexicana, ya que en ella se reorganiza el Conservatorio Nacional de Música, se funda la Orquesta Sinfónica de México en 1928, siendo su director el maestro Carlos Chávez. 

En los siguientes vídeos se muestran ejemplo de canciones famosas durante este perdido. 

Vals - Sobre las olas

Popurri revolucionario

Cine

El cinematógrafo llegó a México desde Francia en 1836, ocho meses después del inicio de las proyecciones del CINEMATOGRAPHE LUMIÈRE en París.
El invento de los Lumière sería masivamente apreciado por la familia de Porfirio Diaz donde se dio la primera exhibición , al proyectarse a un grupo de espectadores inicialmente. En vista del gran éxito  obtenido en las ciudades, aparecieron grupos de exhibidores cinematográficos trashumantes que no sólo proyectan cintas sino que además las filmaban en provincia, mostrando a sus habitantes tomas de sus lugares y a las personas en actividades que les eran cotidianas. Para fine del siglo XIX aparecieron promotores y cineastas nacionales como Salvador Toscano, Enrique Rosas,entre muchos otros.
Este nuevo medio de difusión y entretenimiento fue utilizado para captar y expresar los eventos en torno a sucesos, Toscano, afirmó que el cine podía ser un gran negocio.
A partir de la llegada de los Lumiere el cine nacional se orientó a retratar lo cotidiano de las costumbres locales, intentando capturar lo habitual, al mismo tiempo que se buscaba destacar lo excepcional, en relación con los seres humanos. Desde esas épocas los políticos comenzaron a utilizar el lenguaje cinematográfico para presentarse ante su público.
De 1918 a 1923 se le llamo etapa del cine mudo en México, y se le llamo así porque ninguna de las películas tenían sonido. En forma de documental destaca el automóvil gris de Enrique Rosas en 1919. Santa se filmo en 1931 y fue la primer película con sonido filmada en México.
Sobre el cine de ficción los temas iniciales versarán sobre los clásicos de la dramaturgia popular de  temporada, como Don Juan  Tenorio filmada por Salvador Toscano; Los clásicos cuadros históricos de temas nacionales como Cuauhtémoc y Benito Juárez demuestran la gran influencia de los fastuosos acontecimientos que enmarcaron las fiestas del Centenario de la Independencia.

Los lugares de exhibición de las películas que se convertían en cines establecidos, se fueron consolidando hasta alcanzar más de media centena en la Ciudad de México para 1910 lo que se incrementaría  debido a los efectos colaterales de la etapa armada, ya que al ingresar a la ciudad los contingentes armados, sus acompañantes y aquellos que huyen de las zonas de los combates, se incrementó el número de personas que demandaban formas de esparcimiento y diversión.

Medios de transporte

México vio un  importante avance en diversos medios de transporte, que no solo se debió a la modernización de algunos medios de desplazamiento, como lo fueron los barcos, y en menor medida, los ferrocarriles , sino también a la aparición de un nuevo medios de transporte: los vehículos automotores.

CAMINOS Y AUTOMÓVILES

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Con motivo del creciente uso que se le dio al automóvil durante el siglo XX, el sistema carretero fue la competencia más fuerte a la que debieron enfrentarse los ferrocarriles. Durante la Revolución mexicana continuó difundiéndose el uso de los automóviles, incluso para fines defensivos y ofensivos en las batallas de esta guerra civil. En vista de que este medio de transporte continuaba importando de Europa y los Estados Unidos,los usuarios apoyaron y presionaron al gobierno para que construyera carreteras que soportaran el auto transporte. De ahí, que el presidente madero creó la Inspección de Caminos, Carreteras y Puentes.

Fue también en los primeros años de la Revolución cuando se difundió el uso práctico de los vehículos automotores, con lo que este medio dejó de ser un mero objeto de diversión o de estatura social; por ejemplo, ya para 1912 se experimentaron los beneficios de transportar mercancías, se utilizaban automóviles para la persecución de delincuentes en la Ciudad de México y la Cruz Roja ya tenía ambulancias.

LOS FERROCARRILES

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Los ferrocarriles que ayudaron a apuntar la dictadura porfirista, también ayudaron a su derrumbe. Sin embargo, con la caída del régimen durante la Revolución las vías, máquinas, carros, puentes e instalaciones experimentaron un grave daño. Desde las primeras luchas, el objetivo de los bandos contendientes era la destrucción de este medio de transporte, en particular sus puentes. Pero así como era destruida, la vía férrea era constantemente enmendada para que continuara con su función útil.

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Durante la Revolución los ferrocarriles ayudaron poco al abastecimiento de las ciudades, debido a que en su mayoría fueron utilizados para el transporte de personas, caballos y pertrechos de guerra.  Esto trajo consigo no solo la escasez y la carestía en las zonas urbanas sino el retorno temporal a las formas tradicionales de transporte.

LOS PUERTOS Y LOS BARCOS

La marina mercante de México registró un desarrollo importante en los años posteriores a la Revolución mexicana. Su crecimiento, sin embargo, fue insuficiente para las necesidades de comercio interior y exterior de México, debido a factores tales como la legislación inadecuada, excesiva concentración de la industria naviera y una desmedida dependencia de insumos de exterior.     

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En 1920 una compañía naviera inglesa estableció líneas regulares entre San Francisco, California y Puerto Corinto, Nicaragua con paradas en algunos puertos mexicanos. La empresa solicitó una subvención a cambio de itinerarios rígidos y el transporte postal. El gobierno mexicano aceptó y se estableció la compañía Naviera de los Estados de México, que hacía uso de barcos adaptados al servicio de carga y transporte de pasajeros.